Cómo se juega a la llamada de Cthulhu

Éste es un juego de investigación. El objetivo principal del juego, como investigadores y hombres de ciencia es conocer la verdad de lo sucedido. Si además se pueden salvar algunas miserables vidas humanas, todavía mejor.

La estructura más habitual de las partidas consta de tres partes:

La investigación preliminar

En esta fase los jugadores reciben una información imprecisa, algo los invita a sumergirse en la trama, a hacerse preguntas. En la Llamada de Cthulhu las personas y los lugares son los objetos de investigación inicial más comunes. Se puede conocer sobre las personas en el Registro Civil, en los juzgados, en la Comisaria de Policía, en un sanatorio, en el lugar de trabajo, entrevistando a conocidos… aunque el medio para obtenerla varía según el caso y las circunstancias. Investigar el lugar donde se lleva a cabo la trama cae de cajón. Las bibliotecas, amigos míos, son los santuarios de los investigadores. Allí se encuentra información sobre el origen de las ciudades, sobre sucesos acaecidos en el pasado (hemeroteca), sobre costumbres del lugar, sobre sus gentes y sus familias más influyentes… Apenas tengáis información nueva volved a la biblioteca e investigar al respecto.

La trama

Pero no todo es estudio, los eventos que se dan en las partidas son trascendentes y muchas veces dramáticos. De las decisiones que tomen los investigadores dependerá que los acontecimientos diluciden la verdad o se precipiten hacia el final. La discreción, en muchos casos, es fundamental.

El desenlace

Las aventuras de Cthulhu suelen tener un final dramático y la mayoría de las veces violento. Los amantes recalcitrantes del crimen podréis desahogar, en muchas ocasiones,  vuestras ansias asesinas. Si aparece un ser semihumano con lengua bífida, piel escamosa y los ojos inyectados en sangre, no lo dudéis, matadlo si podéis (aunque huir puede ser una opción muy noble si se hace con estilo). A los de gatillo fácil les conviene esperar a este momento pues andar matando al primer personaje que os cae antipático puede suponer, en muchos casos, la pérdida de valiosa información.