Virginia Lorenday, parapsicóloga (Giulia)

Virginia siempre fue la mimada de la casa, la llegada al mundo de una niña hizo a su familia la más feliz de Londres. Desde que supo andar,  su padre se pasaba horas con ella en el jardín de su casa de rodillas a “jugar” a los arqueólogos, buscando los huesos que con gran esmero escondía Buk su perro, iniciándola así en su profesión, mientras su madre i su tío William Barret (fundador de la Society for Psychical Research) pasaban noches hablándole de los fenómenos paranormales que estaban estudiando desde que tenían memoria.

Fascinada entre los dos mundos que la rodeaban, Virginia estudió parapsicología sin dejar escapar  la ocasión para viajar con su padre en busca de antigüedades sepultadas  por los siglos.

Durante unas excavaciones  en los parajes de Weimar, Alemania,  encontró, entre los restos óseos  de lo que parecía un ser humano, un objeto extraño e inquietante.  En la misma ciudad oyó hablar de un eminente anticuario, el señor Ulrich Bosch que reconoció la pieza. El coleccionista, viendo el interés de la joven por la arqueología (y para dilatar en lo posible la agradable compañía de aquella hermosa extranjera) decidió sacar los manuscritos que había encontrado bajo unas baldosas en el almacén de su tienda. Los dos pasaron horas hablando sobre el tema. Estaban decididos a investigar el extraño mundo del misterio y la magia hasta desvelar todos sus secretos. 

 

  Virginia Lorenday (ficha)  

 Historia